Adquiriendo Referencias y
Guías para Ideales Nobles y Elevados
 
 
Juan Pedro Bercial
 
 
 
 
 
Existe en muchas personas un “fuego”, un deseo de conocer y comprender que las lleva a una búsqueda personal y al intento de descubrir los misterios de la Vida.
 
En 2014, mientras investigaba sobre Leibniz, encontré aparentemente por casualidad las páginas web asociadas a “The Aquarian Theosophist”. Consideré el enfoque de este grupo serio y filosófico, y comencé a participar en su grupo “E-Theosophy”.
 
Entonces comprendí que existe una multitud de enfoques a la Filosofía que pueden resonar con nuestro sendero personal. Me di cuenta de que el Movimiento Teosófico no debe considerarse como una “Sociedad” formal en la cual poseemos un carné de socio, pagamos una subscripción y una jerarquía de “gente iluminada” nos irá revelando la verdad, gradualmente.
 
Habiendo encontrado una clara afinidad con el punto de vista del trabajo teosófico creado por “E-Theosophy”, comencé a participar en su esfuerzo editorial en español, traduciendo capítulos del libro “The Fire and Light of Theosophical Literature” [1] y varios artículos que consolidaron mi aprendizaje sobre el movimiento.  
 
Entré en una nueva fase de acercamiento. Había visto que el Movimiento no puede ser forzado a encasillarse en estructuras artificiales de poder. El Movimiento es una ola de esfuerzos para beneficiar la Humanidad. Ha estado presente en la evolución humana desde mucho antes de 1875, cuando Helena Blavatsky comenzó su labor pública. Yo había conectado con el Movimiento como un todo a través de afinidad y experiencia, en sus aspectos exotéricos y esotéricos. Había comenzado a darme cuenta de los diferentes niveles a través de los cuales el Movimiento funciona.
 
Como un organismo vivo, el proyecto teosófico se revitaliza mediante la renovación y el esfuerzo constante de sus “asociados” (sin necesidad de burocracia de ningún tipo). Hay muchos teósofos que, en sus acciones, viven la Teosofía y basan sus acciones en la Ética, y muchos otros teósofos, que poseen todo tipo de carné de socio, cuyo interés en teosofía es solamente nominal.
 
Tras mucho estudio y consideración, me di cuenta de que compartía con los miembros de E-Theosophy la metodología en el estudio y el apoyo mutuo necesario a lo largo del Sendero. Las condiciones pueden ser diferentes para cada individuo, pero lo más importante, tanto en una Logia como en un grupo, es que haya una egrégora de mentes con la cual uno siente una fuerte afinidad. La fuerza de la unión de estos grupos no es externa (dinero, poder), sino que consiste en la fuerza del compromiso individual de sus miembros. 
 
En septiembre de 2016, tras un cuidadoso análisis del Movimiento Teosófico globalmente, los miembros de E-Theosophy y otras personas decidieron comenzar la Logia Independiente de Teósofos, LIT.  Se consideraba que el grupo tenía su propia perspectiva sobre el Movimiento, pero que era justo mantener un sentimiento de respeto hacia la Logia más amplia de la cual surgía la LIT. En este momento decidí convertirme en asociado de la LIT.
 
El teósofo que encuentra su lugar natural para crecer junto con otros dentro del Movimiento también se da cuenta de que cada esfuerzo individual contribuye al Movimiento, y el Movimiento retroalimenta al estudiante.
 
El individuo se da cuenta de que sus pensamientos, su habla y sus acciones tienen un efecto inevitable en la egrégora teosófica, la cual, como un conjunto de baterías en serie, ayuda a la Humanidad con su intención colectiva y su esfuerzo. Como en todo grupo humano, puede haber errores; pero cuando el error se comete desde una perspectiva de compromiso y responsabilidad, es un elemento de crecimiento y ningún esfuerzo es en vano. La sinceridad es fundamental, dado que el esfuerzo debe ser honesto y es necesario que haya congruencia y consistencia interna. El altruismo no puede ser dejado de lado para seguir lo “políticamente correcto”, o, aún peor, para caer en la hipocresía y la creencia ciega.
 
Nadie que se acerca al Movimiento debería esperar una Pedagogía “de arriba abajo”. Por supuesto, habrá individuos que están más avanzados en el estudio de la Teosofía, más familiarizados con el canon de la Literatura, más implicados en desarrollar la Literatura recontextualizando el canon. No hay en la teosofía auténtica “grados”, juramentos secretos, rituales y una Pedagogía pasiva. El progreso de cada individuo se basa en el mérito y el esfuerzo y no existe un gurú externo o Maestro aparte de nuestro propio Yo Superior.
 
El objetivo del Movimiento no es el crecimiento egoísta de sus individuos. Es más bien proporcionar un conjunto de referencias y guías para ideales nobles y elevados. Es ayudar a la Humanidad en su evolución, y no tiene nada de nuevo. Muchos movimientos que han inspirado hace largo tiempo la Humanidad a mejorarse (abolición de la esclavitud, derechos de los trabajadores, desarme nuclear, ecología, etc.) fueron estimulados por los Mahatmas, aquellos Hermanos Mayores que han estado supervisando y ayudando a la Humanidad desde el principio de los tiempos. 
 
NOTA:
 
[1] “The Fire and Light of Theosophical Literature”, Carlos Cardoso Aveline, The Aquarian Theosophist, Aveiro, Portugal, 2013, 255 pp.
 
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Nacido en España, el teósofo Juan Pedro Bercial tiene un Máster en Matemática Pura (Geometría), y un Doctorado en Matemática Aplicada (Materiales). Actualmente enseña Matemáticas en un instituto del Noroeste de Inglaterra.
 
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El texto “Acercándose al Movimiento Teosófico” fue publicado en español el día 21 de abril de 2018. En inglés, vea “Approaching the Theosophical Movement”.
 
 
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